Autor: Albert Garriga
La mayoría de personas que tenemos perro jugamos con él. Es un momento perfecto para conectar con nuestra mascota, relajar las tensiones del día y aprovechar para ejercitar a nuestro compañero. ¿Pero, realmente sabemos jugar de manera sana con nuestro perro? Descubre en este artículo los aspectos más importantes a tener en cuenta para construir un juego sano y provechoso.
Desde cachorros, los perros empiezan a jugar con sus hermanos y su madre. Es en el juego dónde aprenden a respetar los límites y desarrolla su carácter social. Descubren también como usar su cuerpo y el potencial que tienen. Es, sin duda, un mecanismo de aprendizaje imprescindible.
Podemos dividir el juego en dos grandes grupos: los juegos de forcejeo y los juegos de cobro.
Durante años, ha existido el mito de que los juegos de forcejeo podían desarrollar agresividad en los perros. ¡Muy lejos estamos de esta afirmación tan extendida! Los juegos de forcejeo son la oportunidad para enseñar a nuestro perro a controlar su mordida, soltar y sobre todo compartir su juguete con nosotros. Respetando algunas reglas básicas, forcejear el juguete de manera lúdica une lazos entre nuestro perro y nosotros, hacemos la misma actividad y nos divertimos los dos. De esta manera, el perro quiere que su guía se implique activamente en el juego.
Por el contrario, los juegos de cobro, suelen ser responsables de desconexión con el guía y, en el peor de los casos, podemos llegar a crear obsesión a nuestro perro. El perro solamente piensa en su juguete que le van a lanzar, en atraparlo y poder repetir la acción una y otra vez, incluso llegando a no importarle que persona le lanza su juguete sin cesar.
Y entonces… ¿No podremos jugar nunca al juego de cobro con nuestro perro? No, primero hay que enseñar a que el perro disfrute jugando con nosotros, que le apetezca traer el juguete para que participemos y, luego, podemos empezar con los juegos de cobro lanzándole el juguete.
Los consejos más importantes para empezar a jugar con tu perro:
- ¡Empieza el juego siempre y cuando tu perro no te lo exige! Algunos perros pueden a llegar a ser muy intensos cuando quieren jugar. Si cedemos ante esas intensas peticiones estaremos fomentando que cada vez que quiera jugar se ponga muy excitado.
- ¡Escoge el juguete adecuado! Un buen juguete, que sea seguro y apropiado por el tipo de perro y edad de nuestro perro, será lo adecuado. Ten en cuenta la textura y el tamaño del juguete. Compra juguetes de calidad, que sean sobre todo seguros para tu perro.
- ¡Evita la excitación! Un perro que ladra, que no suelta, que se olvida de todo cuando juega pueden ser claros signos de excitación. Algunos perros, delante de la expectativa de jugar, ¡llegan incluso a olvidarse de hacer sus necesidades! Otros, en presencia de otros perros, pueden mostrarse muy protectores y pelear con otros perros por su juguete.
- ¡Cuidado con jugar con varios perros a la vez! Los perros solo deben jugar en grupo cuando juegan entre ellos, a perseguirse y a pelear de manera lúdica. Si vas a jugar con un juguete, evita estar rodeados de otros perros ¡Suele ser motivo de conflicto e incluso de lesiones!
- Controla los tiempos. No te excedas jugando, piensa que es una actividad que puede llegar a ser exhausta. Un exceso de juego puede provocar obsesión e incluso lesiones físicas por desgaste y cansancio. Habla con tu veterinario de confianza para establecer el tipo y cantidad de ejercicio ideal para tu perro.
Si tenemos en cuenta estos consejos, disfrutaremos de los beneficios de entrenar a nuestro perro con el juego sin correr riesgos. Pide ayuda si necesitas a un educador canino de confianza. Unas sesiones para aprender a jugar de manera correcta con tu perro os pueden llevar a una mejor relación y lo más importante… ¡Tu perro te lo agradecerá!
Training dog people.
- 13-06-22